Setiembre, 2007
Los atentados del 11-S han marcado el inicio de un nuevo siglo, donde Oriente y Occidente configuran un complejo y explosivo panorama sociopolítico mundial. Desde entonces, el Mundo se ha convertido en el escenario de numerosas acciones terroristas. Al Qaeda lanzaba ataques suicidas sin previo aviso en diversos países y el presidente más poderoso del planeta respondía con polémicas represalias para “salvaguardar la paz de la Tierra”. ¿Las represalias a corto plazo del gobierno de EEUU realmente buscaban derrotar a un enemigo invisible disperso en los cinco continentes? o ¿Tenían como objetivo satisfacer los intereses de un presidente?
El 11-S provocó un miedo colectivo de toda la nación norteamericana, hecho que se agravó por el inverosímil discurso político - religioso de George W. Bush en el que acusó a Iraq de ser una amenaza para la paz del planeta. La controvertida política de “Guerra contra el terrorismo” de EE.UU. o más bien, guerra preventiva, justificó el ataque al régimen de Saddam Hussein. Bush aseguró que éste tenía armas de destrucción masiva y vínculos con Al Qaeda, la misma que EE.UU. ayudó a crear durante la guerra afgana en 1979 contra la Unión Soviética.
A cuatro años de la invasión en Iraq, 3 mil 731 bajas estadounidenses, 200 trabajadores de medios de comunicación asesinados, 650 mil iraquíes aniquilados y el gasto de 205 mil millones de dólares a lo largo de estos años son el resultado de la búsqueda de la benditas armas de destrucción masiva que nunca existieron. ¿O acaso es el resultado de los intereses económicos por los recursos petrolíferos iraquíes de un presidente dueño de industrias petrolíferas quebradas? Si bien, nunca hubo pruebas concretas que demostraran la posesión de armas por parte del Hussein, si hubo conocimiento de su gran botín: las terceras reservas más importantes del Mundo, conformadas por 115 mil millones de barriles de petróleo.
A siete años del comienzo de este nuevo milenio, es evidente la división y tensión que experimenta el Mundo. El uso de la fuerza militar es, irónicamente, el arma que busca mantener la paz, derrotar a un grupo terrorista “invisible” e implantar la democracia por parte de la nación que se autoproclama la más demócrata del planeta. Sin embargo, la mal llamada “Guerra contra el terrorismo” no es más que otra forma de terrorismo practicado por EEUU en el Medio Oriente.
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