Algo más que simple sexo
La sexualidad es una condición innata de todo ser humano a lo largo de su vida, y en las personas de avanzada edad, no es una excepción. Es por ello que en los últimos años, el sexo en personas de la tercera edad ha dejado de ser un tema tabú, y hoy en día, se aborda con mayor naturalidad, debido a que muchos adultos mayores han dado a conocer que su deseo y vida sexual ha mejorado con el paso de los años.
Conforme pasa el tiempo, el cuerpo experimenta una serie de cambios físicos y la respuesta sexual disminuye, lo cual es propio del envejecimiento. Sin embargo, el transcurso de los años no es un factor que elimine el deseo de continuar con una vida sexual activa. Así lo demostró un estudio publicado el 2007 de la Universidad de Chicago, en la que 3 de cada 4 adultos entre 57 y 64 años afirmaron ser sexualmente activos. “El deseo sexual es algo permanente en nuestras vidas y las personas mayores que mantienen una vida sexual saludable y gozan de una cierta frecuencia, tienen más probabilidades de una esperanza de vida mayor”, explica Leopoldo Caravedo, presidente del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima.
Sin embargo, el inconveniente de tener una vida sexual plena se debe a los problemas tanto físicos como psicológicos que pueden generar una disfunción que, muchas veces, impide ejercer una actividad sexual. En el caso de los hombres, desde un punto de vista fisiológico, la próstata pierde elasticidad, lo cual conlleva a que las erecciones se pierdan con mayor frecuencia antes de llegar al orgasmo. También, se necesita de una mayor estimulación para lograr una erección por lo que el tiempo aproximado que pasa entre un orgasmo y una posterior erección es entre 24 y 48 horas. Además, el orgasmo no involucra necesariamente una eyaculación, debido a la disminución de semen y los cambios que ha sufrido la próstata; y las erecciones ya no son tan rígidas como lo eran en la juventud. Puesto que el temor del hombre está en la pérdida de su capacidad eréctil, estos factores fisiológicos pueden derivar en problemas psicológicos como el síndrome del varón climatérico, caracterizado por la depresión e irritabilidad y la falta de impulso sexual debido a disminución de la testosterona
Frente a estos males que aquejan la actividad sexual del hombre mayor, existen una variedad de medicamentos, como el viagra o una dosis de hormonas que permiten disfrutar de una vida sexual saludable. “Desde el punto de vista psicológico, hay que superar la depresión, pues ésta es uno de los factores más importantes que disminuye el deseo sexual. Asimismo, la pareja tiene que ser comprensible y tener la sensibilidad para entender al esposo para poder ayudarlo a sentirse mejor. Hay que trabajar desde la perspectiva médica, psicológica y de pareja”, explica Leopoldo Caravedo.
En el caso de las mujeres, tienen mayores dificultades para lubricar; la percepción de la intensidad del orgasmo es menor por las limitadas contracciones del útero y la vagina; luego de la menopausia, el canal de la vagina se achica lo cual puede producir dolor durante el coito. Asimismo, la menopausia genera la pérdida de la capacidad de poder concebir un hijo y este factor les cambia la perspectiva que tienen sobre la vida, mientras que los hombres, la capacidad de procreación, no se ve alterada en ningún momento. “Psicológicamente, se da el caso que muchas mujeres adquieren una sensación negativa ante sus propios cuerpos, en el sentido de como se ven ellas, con derecho o no a su sexualidad. Se da el caso que muchas mujeres piensan que ya no se ven atractivas y que no son deseadas. Esto coincide en que las parejas viven un cierto desgaste de la relación en esta etapa de vida y la pareja, a veces, no es comprensible con estos cambios en la mujer y puede generar un alejamiento”, afirma Leopoldo Caravedo.
Por otro lado, a partir de los estudios de la Dra. Ana María Puigvert, secretaria general de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva, las ventajas de mantener una frecuente y saludable vida sexual, reduce en un 50% la depresión, elimina la ansiedad y mejora el ritmo cardiaco.
Para poder ejercer una vida sexual sana y evitar la menor cantidad de problemas posibles, es recomendable optar por una serie de pautas que harán de la vida sexual una experiencia beneficiosa y placentera. Según el psicoterapeuta Leopoldo Caravedo, una de las pautas más importantes, es la comunicación, la cual es indispensable entre la pareja porque le permite seguir manteniendo expectativas e ilusión de vida. La falta de comunicación en la pareja puede llevar a pensar que hay una ausencia de atracción sexual y rechazo. Otro punto que se recomienda, es probar nuevas posiciones. Una manera eficaz de tener relaciones sexuales en la tercera edad es de ‘costado’, puede que tome un poco de práctica, pero esta posición es muy efectiva y permite una relación sexual sin poner mayor presión en las articulaciones de la pareja.
En esta etapa de vida, las posibilidades de tener una relación sexual con coito son muy esporádicas, por lo que la masturbación, el sexo oral, las fantasías compartidas o las muestras físicas de cariño, son también formas de expresión sexual que acercan a la pareja. Dichas formas de sexo, también están muy ligadas a los juegos sexuales, los cuales cumplen un rol protagónico en los momentos previos a la relación sexual. Asimismo, Caravedo recomienda que la mejor hora del día para tener relaciones sexuales sea en la mañana porque los hombres experimentan una mejor erección luego de haber dormido bien.
En los últimos años, son cada vez más las personas mayores que aceptan que pueden tener una vida sexual saludable. Que reconocen que tienen deseos sexuales, que tienen la posibilidad de comunicarse constantemente con su pareja y que ven en la sexualidad una forma de acercamiento.
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